«El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído». C. Arenal

El pasado martes recibimos la visita de un grupo de presos de la cárcel de Villena, que junto con sus educadores y antiguos compañeros, compartieron con los alumnos de 2º ESO sus experiencias vitales y representaron para nosotros una obra teatral para fomentar la tolerancia: «Para que no se duerman los sentidos», en la que se representa un juicio protagonizado por dos personajes, Rencor y Odio, hacia personajes históricos y literarios conocidos por ser diferentes o anticiparse a su tiempo, como María Magdalena, García Lorca, Galilieo Galilei, el jorobado de Notre Dame…

Esta actividad me ha traído a la memoria a Concepción Arenal, escritora y activista que luchó contra las desigualdades sociales durante el siglo XIX y que desarrolló parte de su actividad profesional en las cárceles de mujeres, luchando contra las tropelías que se cometían en ellas. Para Concepción Arenal, el sistema penitenciario no debía tener una función meramente punitiva sino más bien una función educativa, que ayudase al delincuente a reformarse y reinsertarse en la sociedad, en lugar de castigarlo.

Después de pasados casi dos siglos de los escritos de esta autora, adelantada a su época, y tras iniciarse nuestro actual periodo democrático, el sistema penitenciario español apuesta por esta vía y una muestra de ello tuvimos el placer de tenerla aquí, en el IES Infanta Elena. Para los alumnos y profesores se trató de una experiencia inolvidable y conmovedora a un tiempo. Citando a Arenal: «Abrid escuelas, se cerrarán cárceles»

 

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