Un programa cultural de tres días que comenzó con la visita a lugares emblemáticos de la ciudad de Granada. Seguimos un recorrido por el espacio natural de La Alpujarra, en Sierra Nevada, y finalizamos con la visita tanto al Museo-casa natal de Federico García Lorca, en Fuente Vaqueros como a la localidad de Valderrubio. Unos museos personales, que intentan conservar la memoria del poeta y el vínculo entre las vivencias que forjaron su infancia, unas emociones que estuvieron en él toda su vida y que condicionaron los personajes y los simbolismos de sus obras literarias. Dedicado a los alumnos y alumnas de 4º curso de ESO, que vivieron y disfrutaron este viaje, agotándose de tanto andar por la ciudad de Granada. Porque viajar de esta manera siempre os dará una visión más amplia tanto del mundo como de la vida.
Todo empezó el día 4 de abril. Partimos desde Jumilla a las 7:30 de una mañana algo nublada. Llegamos a Granada al medio día y nos instalamos en el Hotel Luna (curiosamente “la Luna” fue el símbolo más frecuentemente utilizado por Federico García Lorca en sus obras, con significación de belleza y blancura).
Tras la comida y un breve descanso en el hotel, en torno a las 16:30, nos desplazamos en autobús hasta las mismas murallas de La Alhambra. El sol de la tarde era agradable para el paseo y caminamos por la calle Real de la Alhambra hasta llegar al imponente Palacio de Carlos V que representa el triunfo de la Cristiandad sobre el Islam. Contemplamos el edificio con forma cuadrada y un circulo inscrito en su interior. Paseamos por los jardines de la placeta de los Aljibes que rodean la Alcazaba y la gran Torre de la Vela, admirando este gran recinto amurallado.
Seguimos nuestra ruta saliendo del recinto amurallado de La Alhambra por la puerta de la Justicia para descender por la Cuesta de Gomérez hasta llegar a Plaza Nueva que es la plaza más antigua de Granada y desde donde nos dirigimos hacia la animada calle Elvira llena de tascas desde donde nos adentramos en el pintoresco barrio del Albaycín. Comenzamos a subir por las empinadas y empedradas callejuelas entre casas blancas de este antiguo barrio árabe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Observamos sus muchas teterías y poco a poco fuimos ascendiendo hasta llegar al mirador de San Nicolas desde donde contemplamos la belleza de la Alhambra en todo su esplendor. Además, pudimos acceder al jardín de la Mezquita Mayor de Granada situada junto a la plaza de San Nicolas. Observamos el templo por fuera pues no pudimos en la sala de oración ya cerrada a esas horas.
A continuación, en torno a las 19 horas de la tarde fuimos descendiendo por las estrechas e intrincadas calles del Albaycín hasta llegar al Paseo de los Tristes donde se ubica la escultura del bailaor y coreógrafo Mario Maya. Contemplamos la belleza del entorno al pie de la Alhambra. Caminamos por la acera del Darro, una calle paralela al cauce del río Darro. Llegamos a Plaza Nueva y fue el momento de descansar y cenar en las tascas de calle Elvira.
Ya entrada la noche, a las 21 horas, comenzamos a subir la cuesta de Gomérez hacia la Alhambra, donde teníamos reservada una visita nocturna para conocer los jardines de la villa del Generalife. La ruta nos permitió observar la cuidada iluminación nocturna en los jardines, con plantas aromáticas donde siempre estaba presente el frescor y el sonido del agua. Pudimos acceder al Patio de la Acequia con sus múltiples surtidores con chorros de agua en las instalaciones del Generalife.
Al concluir la visita nocturna descendimos por la llamada Cuesta del Rey Chico, uno de los accesos históricos a La Alhambra para dar por concluido nuestro encuentro con los jardines y la fortaleza del reino musulmán en Granada. Acabamos el día con un paseo de regreso al hotel.
La mañana del 5 de abril subimos de nuevo en el autobús para comenzar una visita a un espacio natural de Sierra Nevada y conocer de cerca la naturaleza y los pueblos de la Alpujarra. Un entorno natural declarado Reserva de la biosfera, Parque Natural y Parque Nacional sobre todo por sus endemismos botánicos y su particular ecocultura.
A las 10 de la mañana, tras recorrer mil curvas de abrupto relieve, llegamos al pintoresco pueblo de Pampaneira donde sus casitas blancas destacan en una de las laderas del gran barranco del Poqueira. Fuimos al centro de interpretación de la naturaleza donde una guía de alta montaña nos explicó con todo detalle la geología y la historia de la Alpujarra y sus pueblos.
Después, bajo la lluvia, nos desplazamos al pueblo de Capileira desde donde recorrimos un tramo a pie, con paraguas y chubasqueros, por un sendero que desciende por una ladera aterrazada para el cultivo y pasto de rebaños de cabras. Una frondosa vegetación tapizaba un paisaje que pronto se cerró por la niebla. Terminamos nuestro paseo en el pueblo de Bubión donde subimos al autobús y recorrimos varios pueblos de la Alpujarra hasta llegar a Fuente Agria, en el pueblo de Pórtugos, para observar una hermosa catarata de aguas ferruginosas que teñían de rojo su cauce.
Tras descubrir este singular espacio natural de Sierra Nevada, regresamos a la ciudad. Por la tarde seguimos nuestro programa cultural y fuimos al Parque de las Ciencias de Granada. Visitamos las amplias instalaciones con pabellones dedicados a distintos conocimientos: El cuerpo humano, la percepción y el sonido, la biosfera, el taller de aves rapaces o el taller de la taxidermia con gran variedad de animales disecados.
Antes de terminar el día, tuvimos tiempo para recorrer algunas calles del centro de Granada y contemplar la catedral y las calles de platerías y juderías.
Nuestro último día en Granada, 6 de abril, fue reservado para terminar nuestro programa cultural con la visita al Museo-casa natal de Federico García Lorca.
A las 10 de la mañana llegamos a Fuente Vaqueros. Llovía y los alumnos, algo adormecidos y cansados tras dos intensos días de viaje, no se percataron de la escultura que se ubica en la rotonda de entrada al pueblo, erigido en 1980 como el primer monumento público en España a Federico García Lorca. El autobús se detuvo frente a la plaza del ayuntamiento donde pudimos observar otra escultura en homenaje al poeta.
Caminamos hacia la casa natal de García Lorca, a pocos metros de la plaza, y un guía nos enseñó las dependencias del inmueble donde vivió la familia del poeta hasta que éste tuvo 6 o 7 años de edad. Nos explicó la historia familiar y nos mostró una exposición sobre la Generación del 27. Después visitamos el patio de la casa y una dependencia donde se recuerda la historia de la mítica compañía de teatro La Barraca, de Lorca. Se exhiben imágenes, textos y vemos la proyección de un vídeo documental que conserva las únicas filmaciones al poeta.
A continuación, salimos de la casa para visitar una exposición del mismo museo titulada “viajar es un primor” formada por paneles que dan a conocer la vida del poeta entendido como un viaje, «con su casilla de salida y su casilla final»; y como fórmula para «comprender y fijar los momentos importantes que marcaron un antes y un después en su formación y en su obra», con fragmentos de cartas que enviaba a su familia en múltiples viajes como a Nueva York o Cuba.
A media mañana continuamos nuestra visita, saliendo de Fuente Vaqueros hasta llegar a la localidad de Valderrubio donde se encuentra una vivienda propiedad de la familiar de Lorca.
Entramos a un amplio patio interior y al fondo del mismo un formidable salón de actos que en su momento fue un corral de paja y bueyes donde Lorca, de niño, mostró su habilidad para aprender canciones populares y escenificaba en miniatura oficios religiosos. Un guía nos acercó a la realidad íntima de poeta y pudimos ver la proyección de un documental donde se representa a un joven Lorca donde las emociones de su infancia están presentes en él.
Se nos explicó que Federico se impregnó de personajes del pueblo, historias ocurridas allí, y referencias a paisajes y lugares. Y así se inspiró para varias de sus más importantes obras como por ejemplo La Casa de Bernarda Alba, La Zapatera Prodigiosa o Doña Rosita la Soltera.
La casa de Valderrubio recoge, además de la memoria oral, multitud de vivencias, historias y anécdotas que se conservan transmitidas por generaciones. Desde Cervantes, ningún escritor había incorporado el lenguaje expresivo del pueblo campesino en personajes de su obra literaria. Lorca lo hizo, debido al estrecho vínculo que desde su niñez tuvo con el pueblo en el que creció.
El libro ‘Palabra de Lorca’ reúne entrevistas concedidas a García Lorca. En ellas se recogen las palabras del poeta: “Los recuerdos, hasta los de mi más alejada infancia, son en mí un apasionado tiempo presente. Toda mi infancia es pueblo. Pastores, campo, cielo, soledad. Esta risa de hoy es mi risa de ayer, mi risa de infancia y campo, mi risa silvestre que yo defenderé siempre, siempre hasta que me muera”.
Al medio día terminamos la visita a los lugares donde trascurre la infancia de García Lorca, la trascendencia auténtica de su escritura, su verso y su mágica palabra. Al volver a Granada a comer nos dio tiempo a visitar junto a un grupo de alumnos, las instalaciones de la Facultad de Ciencias y el Conservatorio Superior de Música “Victoria Eugenia” de Granada.
Y con esto finalizó el programa cultural del viaje a Granada.
Realizado por: José Piñera Ortiz y Salvador Forte Castaño.